La cultura moderna nos propone un tipo de vida que se ha llamado “light”, en esta mentalidad se vive todo superficialmente, sin compromiso, sin profundidad. Es una mentalidad individualista, donde prima el sentirse bien, vivir placenteramente; en ella “todo vale”, cada cual tiene su verdad, soy lo que tengo y por lo tanto debo vivir para consumir todo lo que sale al mercado, la apariencia es lo más importante, hay que ser muy práctico y sobre todo tener vigencia social.
Todo tiende a ser light: la comida, las relaciones interpersonales, las familias, las diversiones, la vida. Todo tiene fecha de caducidad: usar, botar, cambiar.
Tú dirás, “yo no soy así”, pero checa la lista a continuación a ver si encuentras algo de ti…
Características del hombre light:
Según Enrique Rojas, algunas de ellas son:
- No se compromete: ni con la familia, ni como amigo, ni con el trabajo, ni con los hijos…: nunca tiene tiempo para la familia (cumpleaños, fechas importantes), no se involucra en lo que le sucede a sus familiares (hijos, padres), descuida a sus amistades y nunca está cuando le necesitan, en el trabajo hace lo mínimo indispensable. Sus relaciones no duran (ni amicales, ni de pareja, ni matrimonio) pues apenas aparecen los problemas las desecha.
- Practica la ley del mínimo esfuerzo: siempre está cansado, si otro puede hacerlo pues mejor, no asume cosas que requieran constancia o sacrificio.
- Es superficial: le gusta lo ligero, nada profundo, su fuente de información es fundamentalmente la tele y las redes sociales.
- Tiene poca motivación: para moverse a hacer algo hace falta mucho esfuerzo.
- Su principal objetivo es la comodidad, el confort, que nadie ni nada les moleste.
- Piensan negativamente: si la cosa está mal ¿yo qué puedo hacer al respecto?, “ya no se puede hacer nada”, “de más está intentarlo”.
- No tiene proyectos, vive para el momento: ahorrar para algo, no; mejor consumir ahora.
- Le interesa la apariencia y tener vigencia social: tarea fundamental verse bien, el último look, de moda, el gym, etc. Es en lo que más invierte.
- Es consumista: usar y votar. Todo descartable, tener el último aparato electrónico, la última cartera, el último Smartphone, la última tv, el último jean, etc.
- No tiene convicciones firmes: total, lo que la mayoría piense, todo es relativo.
- Es indiferente: vive centrado en sí mismo, no se compromete con obras sociales.
Si te has sentido identificado con alguna de estas características, haz un alto, necesitas revisar tu vida, pensar si lo que estás haciendo ahora te lleva a donde quieres llegar, pensar en tus metas, tu propósito. Así tendrás una vida más plena y satisfactoria.