¿Trabajas atendiendo personas? ¿Cómo maestro? ¿en una tienda? ¿en servicios de salud? ¿Experimentas fatiga física o psicológica?¿sientes que las tareas de tu trabajo te sobrepasan? ¿Te sientes desgastado en el trabajo? ¿Tienes cada vez más desánimo y menos entusiasmo por tu trabajo? ¿Tienes malestares que te llevan a faltar al trabajo? ¿Estás cada vez más irritado e impaciente en tu ámbito laboral?…
Si has contestado afirmativamente varias de las preguntas anteriores, tal vez eres víctima de lo que Freudenberger llamó el “Síndrome de Burnout”
El “Síndrome de Burnout” se define como la sensación de agotamiento, decepción y pérdida de interés por la actividad laboral, que surge especialmente en aquellos que se dedican a profesiones de servicios como consecuencia del contacto diario con su trabajo. Es el cansancio emocional que lleva a una pérdida de motivación y que suele progresar hacia sentimientos de inadecuación y fracaso.
Cuando las personas experimentan esto se sienten fastidiadas y hastiadas en el trabajo, pueden presentar síntomas físicos y psicológicos como: fatiga, dolor de cabeza, dolor abdominal, ansiedad, depresión, irritabilidad, baja autoestima, falta de motivación, baja satisfacción laboral, dificultad para concentrarse, distanciamiento emocional, sentimientos de frustración, deseos de abandonar el trabajo, entre otros.
¿Cómo se origina?
Suele aparecer de manera progresiva. En un primer momento las demandas laborales nos exceden y provocan estrés; luego, nos esforzamos y sobre exigimos tratando de adaptarnos a esta situación y comienzan a aparecer los signos de ansiedad, fatiga, etc. Por último, aparecen cambios en nuestras actitudes y conductas (distanciamiento, irritabilidad, mal trato, etc.) tratando de defendernos de las tensiones que experimentamos.
¿Qué consecuencias puede traer?
Relacionadas con la salud física: hipertensión, fatiga crónica, migrañas, problemas gastrointestinales, problemas respiratorios, alteraciones del sueño, dolores musculares, entre otros.
Relacionadas con la salud psicológica: depresión, ansiedad, irritabilidad, baja autoestima, frustración profesional.
Relacionadas con el ámbito laboral: problemas conductuales, absentismo laboral, aumento de conductas violentas, adicciones, disminución de la productividad, falta de competencia, deterioro de la calidad de nuestro trabajo.
¿Qué puedo hacer si me sucede esto?
No hay una manera simple de prevenir ni tratar el síndrome de Burnout, pero las siguientes acciones han demostrado colaborar para reducir el estrés laboral:
Si esto no es posible, evaluar la posibilidad de otro tipo de trabajo. Recuerda que debes cuidar tu salud y siempre es posible introducir cambios en nuestra vida para ello.